sábado, 23 de abril de 2011

Rock, lo que se dice rock... ¡era el de antes!

La siguiente es una de las 100 anécdotas que figuran en el libro "100 veces Pappo", realizado por los periodistas José Bellas y Fernando García. Un libro caro, por cierto, de rápida lectura y seguramente infaltable para quienes disfrutamos aun hoy día de este cavernícola de la era contemporánea. Las líneas a continuación escritas fueron narradas por Botafogo en su dvd Blues Maestro, y esa imagen se puede ver haciendo click aquí.

"Fuimos a comer con Pappo y con Darío a la casa de unos mecánicos, amigos de Pappo, gente que le preparaba los autos y le arreglaba las motos. Volvimos de la cena en la camioneta de "Carla", el papá de Pappo. Era una camioneta que tenía unas defensas enormes tipo Brigada A porque la usaban para transportar calderas, que es lo que fabricaba don Napolitano. Al llegar a la Avenida Corrientes, a la altura de donde empieza, se tocó con un colectivero y le agarró un ataque. Nunca supe bien si el colectivo le pegó a él o al revés, pero la cuestión es que estábamos en un raid con el colectivero y Pappo le iba pegando de atrás con la camioneta. La gente se iba bajando del colectivo despavorida. Y lo siguió corriendo y corriendo hasta Montevideo. Y ahí el colectivero se cansó y atravesó el colectivo en la Avenida Corrientes y no lo dejaba pasar. Y Pappo se dedicó a pegarle en los costados con esas defensas, mientras el colectivo se tumbaba para los costados. Se armó un escándalo. Había 500 personas en cada esquina vivando a Pappo. Le decían: "Reventalo, reventalo que son unos turros estos colectiveros". Y yo miraba todo ese espectáculo. Empezaron a llegar los patrulleros, Corrientes cortada, era un descontrol. Lo meten a Pappo y a Darío en un patrullero y yo me metí también porque estaba con ellos, por voluntad mía. Entonces nos llevan a una comisaría. Ahí apareció un tucumano con una cabeza gigante que lo agarró de los pelos a Pappo y se escuchaban unos ruidos en el fondo de la comisaría de trompadas y gritos y cosas. Le dieron una paliza a Pappo... Justo cuando nos iba a tocar a Darío y a mí, aparece un tipo onda Kojak. Peinado a la gomina, con un traje plateado de dos mil dólares, una cosa increíble que no parecía (y no parece) real. Dice: "Vengo a buscar a Pappo, a mi amigo Pappo". Y nosotros nos dábamos cuenta por como nos miraba que no sabía ni quién era Pappo. El tipo sacó una Magnum plateada y la puso arriba de la mesa. A los gritos con el comisario, al oficial que nos estaba haciendo el acta le tiró la máquina de escribir al piso. Era una película americana... La cosa es que el tipo nos saca de la comisaría y nos lleva a Corrientes, a un restaurant griego. Entramos con el tipo este totalmente sacado, los tres atrás de él, en filita. Estaban los griegos rompiendo platos como es la costumbre y este hace parar la orquesta, toda esa fiesta que había ahí adentro. La gente se va, huían, y este le dice a la orquesta que nos den los instrumentos a nosotros. Encima se le veía el fierro asomando del saco, terrible. Va y se sienta en una silla en el medio del salón vacío y nos dice "¡Toquen!". Y le dice a Pappo: "¡Tocá esa del tren, la del tren!", y gritaba y hacía palmas. "¡Tocá... ¿cómo es? ¡La de la cerveza!". Empezamos a tocar "Fiesta cervezal" y nos mirábamos arriba de ese escenario sin entender lo que estaba pasando. En eso entró una mina, que parecía la mujer de él, y empezaron a discutir. Y veo que le pone el chumbo en la frente y le gritaba y nosotros tocando con esa escena... Entonces dice: "¡Basta, vengan conmigo!". Y lo seguimos con la camioneta hasta un barcito cerca de la cancha de River. A todo esto, se habían hecho como las cinco de la mañana. El tipo estaba borracho y duro como un tablón y le pidió a Pappo que tocara "esa del piano". Y Pappo se puso a tocar solo "Desconfío" en un piano desvencijado que tenían. Cuando vi que el tipo dio el primer cabezazo enfilé para la puerta y empecé a correr hasta Monroe, y de ahí a mi casa sin parar..."

2 comentarios:

  1. Haré el esfuerzo por comprender la jerigonza de ustedes los argentinos, pero aún así, me gustan este tipo de relatos urbanos. Siento que todas partes del mundo se cocinan cosas similares y a la gente le agarra la nostalgia de identificarse en cada una de esas líneas.

    Voy a pasar por aquí más seguido. Te invito a que también me sigas:

    http://elrincondelpelusa.blogspot.com/

    estamos en contacto. Un abrazo enorme hasta allá.

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  2. Bienvenido entonces! Y espero ser de ayuda ante cualquier duda sobre nuestra "jeringoza" (palabra que acá no usamos, ja!). Vamos a pasear por su espacio también ahora, abrazo!

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