martes, 31 de mayo de 2011

Participación en Time Killer, Capítulo VIII

Una nueva aparición del segmento Cuentos Deportados dentro del programa Time Killer, en FM Simphony 91.3Mhz. Para quienes quieran escuchar el programa entero (con la presencia de Ezequiel Campa en el estudio) sólo deben hacer click aquí. El tema que suena al final se llama Violetas para Violeta, de Joaquín Sabina, interpretado en esta ocasión junto a La Negra Mercedes Sosa.


"Salió a la calle y no había nadie. Caminó y encontró completamente desierta la avenida abrigada bajo los cálidos rayos de un sol invernal. No comprendía lo que estaba pasando, si tan solo era un sábado más. Buscó en el kiosco, luego dentro del bar. Las puertas se abrían pero nadie asomaba siquiera para saludar. Fue hasta la otra cuadra a golpear sus palmas frente a la casa del Adrián, pero nada. Ni siquiera un perro que lo orientara con un ladrido o una mirada. "¿Dónde estarán?" Se preguntaba ya preocupado, sin entender demasiado y pellizcando su brazo para despertar. De repente un sonido llamó su atención. Un sonido lejano, desde la otra punta de este pueblo hecho con barro. Pateó casi un kilómetro sobre las polvorientas calles de tierra observando atentamente para todos lados, con el lógico miedo de afrontar lo desconocido, lo inusual. Un fuerte ruido detrás suyo lo hizo saltar, pero al darse vuelta vio un chapón caído por culpa de un pájaro que en él se había querido posar. Siguió adelante, precavido, y otra vez el sonido pudo escuchar, ahora más fuerte y más cercano que en la otra oportunidad. Provenía de la cuadra siguiente. Tomó coraje y apoyó su espalda contra las paredes para que no lo viera nadie llegar. El silencio reinaba detrás de esa puerta misteriosa que había atraído su presencia hasta acá. Sigiloso, puntilloso, apoyó sus dedos para abrir apenas y así espiar, y justo en ese momento explotó desde adentro un grito que eran varios gritos que lo hicieron saltar del susto hacia atrás. La puerta se abrió fuerte de golpe y todos los vecinos salieron corriendo a abrazarse y festejar. Era el tercer gol del Barca que hacía estallar a ésa, la única televisión del pueblo que los había reunido en esta tarde de sábado para ver a Messi brillar, cita que Jorgito había olvidado por completo en su afán de no prestar atención cuando le hablan los demás".

Violetas para Violeta

La página de sucesos
del Mercurio y La Estafeta,
entre dietas para obesos,
presos y falsos profetas,
confirmaba que sin besos
se marchitan las violetas.

Maldigo del alto cielo
que nos expropió su canto,
sus décimas, su pañuelo,
su quinchamalí, su llanto,
viola de chicha y pomelo,
cacerolas del espanto.

Habráse visto insolencia,
cinismo y alevosía,
contaminan la decencia,
secuestran la fantasía,
cuando clama la inocencia
llaman a la policía.

Lo dijo Violeta Parra,
hermana de Nicanor,
por suerte tengo guitarra
y sin presumir de voz,
si me invitan a una farra
cuenten con mi corazón.

Volaron desde Chicago
unos gringos con corbata
y en una suite de Santiago,
sin pisar Chuquicamata,
defecaron en mi pago,
sobraban las serenatas.

Más sola que una maleta
olvidada en la Gran Vía,
desde que se fue Violeta
enlutando la poesía,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía.

La cuequita de mi Chile,
los listos de Guasingtón,
la marchitan con fusiles
que acribillan la razón,
malaya sean los desfiles
y el cristo que los parió.

Los pobres no somos ricos
ni el cobre es más que la greda,
la libertad cierra el pico
desde que hay toque de queda,
pregúntale a los milicos
qué hicieron en La Moneda.

martes, 17 de mayo de 2011

Participación en El Tercer Fantasma, Capítulo III

A la distancia, esquivando un piquete de algún Moyano en Madariaga, se pudo escuchar un relato mío en una voz extraña durante una nueva emisión del Tercer Fantasma. Un viaje a través del tiempo acompañando a Bob Marley durante su travesía desde el principio hasta los últimos de sus días.


"Muy buenas tardes radioescuchas del Tercer Fantasma, una vez más Keith Richards aquí presente, luego de varias semanas de andar viajando por el tiempo sin poder coordinar bien el regreso. El calendario musical indica que en una semana como esta podríamos estar festejando los aniversarios de nacimiento de Adriana Varela, Marta Sánchez, Stevie Wonder o Bono, pero en una decisión unánime (la mía) nos embarcaremos en un viaje de 30 años hacia atrás para conmemorar el día del fallecimiento de Bob Marley. Así de simple, apretamos una tecla cualquiera y…

Robert Nesta Marley Booker, conocido por todos como Bob Marley, falleció a los 36 años un 11 de mayo de 1981. Dejó de existir físicamente, pero su obra logró trascender en el tiempo de manera tal que aún hoy sus temas suenan en infinidad de hogares y continuarán haciéndolo eternamente.

El mayor logro a través de su vida fue la difusión de la música jamaicana al mundo entero, ya sea el ska como el rocksteady y principalmente el reggae, además de haber enseñado a todos la cultura Rastafari, de la cual era un miembro con gran compromiso.

Primero como líder de The Wailers y luego bajo el título de Bob Marley & The Wailers, consiguió grabar temas como “I shot the Sheriff”, “No Woman, no cry”, “Could you be loved”, “Redemption song”, más tantos otros que se transformaron en hits conformando una lista muy extensa.

Quince discos de estudio, uno de ellos lanzado dos años después de su muerte, “Confrontation”, más otro recopilatorio lanzado en 1984 titulado “Legend” que se convirtió en el álbum de reggae más vendido de la historia, con 10 discos de platino en los Estados Unidos y 20 millones de copias en todo el mundo. Datos contundentes para respaldar a este artista que luchó contra la discriminación de su pueblo y abrió puertas hasta entonces impensadas para músicos de su calibre. Incluso la prestigiosa revista Time eligió en 1999 al disco “Exodus” como el Mejor álbum del Siglo XX. Casi nada, ¿no?

Justamente “Exodus” fue el trabajo discográfico que terminó de consagrar a Marley a nivel mundial, grabado en Londres en 1977 luego de haber abandonado Jamaica tras sufrir un atentado en su propia casa. “So much things to say”, “Jamming”, “Turn your lights down low”, “Three little birds”, “One Love” y el tema homónimo al título del disco son parte de esta obra que no puede faltar en ninguna colección musical.

Una herida en el pie sufrida durante un partido de fútbol se transformó en una forma maligna de melanoma que lo acompañó desde julio de 1977 hasta el último de sus días. Marley recibió un funeral de estado (el cual recomiendo vean en youtube) que combinó elementos de la iglesia ortodoxa etíope con los de la tradición rastafari. Fue enterrado junto a su guitarra y despedido por el primer ministro de Jamaica, Edward Seaga, quien pronunció las palabras con las que yo me despido hasta una próxima ocasión:

“Su voz fue un llanto omnipresente en nuestro mundo electrónico. Sus rasgos afilados, su aspecto majestuoso y su forma de moverse se han grabado intensamente en el paisaje de nuestra mente. Bob Marley nunca fue visto. Fue una experiencia que dejó una huella indeleble en cada encuentro. Un hombre así no se puede borrar de la mente. Él es parte de la conciencia colectiva de la nación”.

lunes, 16 de mayo de 2011

Participación en Time Killer, Capítulo VII

Sucedió hace poquito más de una semana, pero entre embalajes y rutas no estuve casi nada frente a una computadora. Aquí adjunto un nuevo relato que no tiene mucho de cuento, pero entró en la sección de Cuentos Deportados emitida en Time Killer el lunes 9 de mayo, más un final Stone con su clásico Wild Horses.


"Turf. Caballos grandotes con nombres extravagantes manejados por personas diminutas, una gran cantidad de hombres que asiste al hipódromo para, una vez concluida la jornada, desconcentrarse cual hormigas a las que un patadón les sacudió el tablero, pequeños grupos que se amontonan frente a la pantalla de un televisor escondido en algún bar, con la ilusión depositada en un papelito aferrado a sus manos. Páginas enteras dedicadas al tema en secciones deportivas de diarios, que llevan una y otra vez a cuestionar si realmente es un deporte o no. Nunca lo entendí.

En mi vida conocí a nadie que fuera a ver una carrera de caballos por el simple hecho de disfrutar la vivencia, pareciera más bien que todos tienen la necesidad de ir sólo con intenciones de apuestas, para salvar la economía de la semana, el mes, quizás varios años. O arruinarla por completo. Equinos que cargan una pesada carga de personas muchas veces desesperadas. ¿Alguien les preguntó a esos hermosos animales qué sienten con todo esto? ¿No será demasiada la presión que se les coloca encima? Y no refiero al hombrecito petisito que los monta, está claro, ¿no?

¿Hasta qué punto estarán a gusto estos corceles que viven su vida fuera de su hábitat natural? Tanta incertidumbre me tenía inquieto, por eso utilicé algunos recursos para contactar al nieto de Mr. Ed, ¿lo recuerdan? Aquél caballo de la década del ’60 que poseía el don del habla. Y vaya sorpresa me llevé al entrevistar a su descendiente, que en pocas palabras respondió lo siguiente: “Me tocó estar unos meses en un stud argentino, al cuidado de un hombre chiquito que me hablaba sobre cosas intrascendentes. La verdad que me tiraban agua en todo el cuerpo muy temprano a la mañana, y me cagaba de frío. Me daban de comer una alfalfa muy mala que creo traían de China porque les resultaba más barata. Cuando quería dormir un rato siempre me ataban una soga para hacerme dar vueltas y vueltas un largo rato, nada de todo esto era agradable. Y ni te cuento cuando me cortaban el pelo de maneras ridículas indescriptibles. Me escapé, agarré la ruta 5 y llegué a La Pampa. Ahora piso yo el suelo de mi campo, otra vez el verde de la libertad. Estoy viejo, pero las tardes son mías, volví al campo, estoy contento de verdad. En un stud alejado, en una noche sin luna, alguien no cerró el candado y yo dejé la ciudad”.

martes, 3 de mayo de 2011

Participación en Time Killer, Capítulo VI

El siguiente audio corresponde a la actuación de quien aquí escribe dentro del programa Time Killer, que se emite los lunes a las 18hs por FM Simphony 91.3Mhz. El texto del mismo se trascribe a continuación, y más abajo la letra del tema "Todos y yo no" perteneciente al grupo Guasones.

Cuentos Deportados - Cap VI by SebasL

"Llegar al Autódromo de Buenos Aires, bien llamado Oscar y Juan Gálvez (célebres pilotos argentinos), es toda una odisea cuando una serie de carreras llama. No importa que sea siempre en día domingo, cuando la General Paz es una vía más despejada que de costumbre y la ciudad descansa. Es tal la convocatoria que provoca una cita de este tipo, que si uno no sale bien temprano por la mañana puede llegar a viajar durante mucho tiempo por un espacio de escaso trayecto.

Jorge, fierrero fanático si los hay, sabía muy bien esto, y desde que se enteró que el Turismo Carretera se presentaría aquí, en su provincia, se dispuso a hacer todo de manera tal de disfrutar el espectáculo en vivo por primera vez sin perderse ni el más mínimo de los detalles. Su preparación comenzó un día antes, cuando le dedicó más de cinco horas al lavado de su coche. Lo limpió tan cuidadosamente que parecía nuevito, estaba brillante. Por la tarde pensaba dormir una siesta, pero finalmente se quedó parado un rato largo al lado del auto para que no le pegaran un pelotazo los chicos que estaban jugando en la calle de su cuadra; y por la noche no quiso salir con sus amigos para descansar y comenzar bien temprano al día siguiente. Pero no durmió demasiado. A cada rato se asomaba a la ventana, creyendo haber escuchado algún ruido, y se quedaba unos largos minutos hasta cerciorarse que nadie merodeaba. Le pasó una, dos, tres veces, hasta que en la cuarta ocasión lo vio. En la vereda, oculto en la oscuridad de las tres de la mañana, sigilosamente se estaba acercando a la puerta delantera, la del acompañante. Ahí se agazapó, miró hacia ambos lados y, creyendo que nadie lo observaba, se dispuso a pegar el salto. Jorge, desesperado, no sabía qué hacer. Si abrir la ventana y pegarle un grito, si tirarle algo desde la posición en que se encontraba, o si debía bajar corriendo las escaleras y enfrentarlo cara a cara. Pero antes de tomar esa decisión, el intruso se anticipó y dio el zarpazo. Un salto de un metro y medio que le permitió a ese pequeño gato apoyar sus cuatro patas en el capot del auto ante la atónita mirada de Jorge, que llegó a abrir la ventana y quedó boquiabierto sin saber que hacer. Ido, enceguecido, cruzó su cuerpo a través de esa ventana para llegar lo antes posible a espantar al gato, como olvidándose que estaba en un primer piso y cayendo por casi cinco metros al vacío.

Los primeros rayos del sol encontraron al cuerpo de Jorge tendido en la vereda. Medio inconciente, muy dolorido, abrió sus ojos y observó que el gato ya no estaba. Tampoco el auto, ni las llaves del auto que traía en su bolsillo. Cuando intentó levantarse se dio cuenta que tenía un tobillo fracturado y un hombro fuera de lugar. Fue al rato nomás que se encontraba acostado en una sala de la clínica del barrio, pidiéndole a un enfermero que pasaba por ahí que por favor le prendiera la tele, en el canal de las carreras, que no quería perderse detalles de la serie del Turismo Carretera que, una vez más, comenzarían sin él".

Guasones, "Todos y yo no"

Mariposas rastreando marineros depravados
desasiéndose de amor masoquista.
Grandulones narcisistas encontrándose con
huecas en las discos de alta arlkurnia.
Compadritos borrachines jugando la última
carta por un trago más en la cantina.
Funcionarios negociando a través de un celular
alguna que otra treta ilegal.

Marihuanos volados estallando en carcajadas
en el interior de una patrulla.
Maridos ejemplares engañando a sus mujeres
en algún oculto hotel.
Ampones ingeniosos intentando enlazar
las piezas de un brillante plan.
Jóvenes enajenados por potentes rocanrroles
saltando los dos en un recital.

¿Por qué todos menos yo tiene algo para hacer esta noche?
¿Por qué todos y yo no? No lo puedo resistir.
Es que una mala mujer me abre una profunda herida,
me dejó como un imbécil lamentando su partida.

Jugadores enviciados entregándole sus casas
a un malvado prestamista.
Paranoicos encerrados esperando a Lucy que llegue
y les traiga de la fina.
Jóvenes politizados discutiendo sobre
una posible patria socialista.
Bolicheros descarados regateando diez centavos
a una pobre banda de Rhythm & Blues.

Policías corruptos sobornando prostitutas
al costado de alguna autopista.
Y en el baño de alguna estación de trenes dos hombres
confiesan su amor a primera vista.
Artistas delirantes esperando un poco inquietos
que una dama les de su bendición.
Mientras tanto en un boliche de la crema
Maradona está anunciando su enésimo adiós.

¿Por qué todos menos yo tiene algo para hacer esta noche?
¿Por qué todos y yo no? No lo puedo resistir.
Es que una mala mujer me abre una profunda herida,
me dejó como un imbécil lamentando su partida.

¿Por qué todos menos yo tiene algo para hacer esta noche?
¿Por qué todos y yo no? No lo puedo resistir.
Es que una mala mujer me abre una profunda herida
me dejó como un idiota lamentado.....
me dejó como un idiota lamentando.....
me dejó como un imbécil lamentando su partida.