sábado, 31 de marzo de 2012

Sólo cuesta vida

¿Y vos lo sabés? ¿Y vos? A ustedes también les pregunto... No, nadie lo sabe. Por eso trato de estar siempre lo más arriba posible. Algunos dicen que es exceso de optimismo, puede ser, pero no voy a permitirme pasar por acá para estar deprimido. Sí, de vez en cuando me entrego, un tropezón, una caída. ¿Pero te pusiste a pensar cuánto dura? Dure lo que dure, siempre es poco y pasa rápido. Entonces disfruto. Disfruto a los que están, no quiero seguir conociendo realmente a las personas una vez que se fueron. Porque pasa eso. “Si quieres conocer tus virtudes, muérete”, grita un grupo de rock mexicano. Y no debería ser así. En los últimos años se fueron varios antes de tiempo, se hace imposible descifrar cuál es la primera mitad de la vida, incluso yo estuve a punto de partir. Pero no me fui. Y lo que no te mata te fortalece, dijeron por ahí. Entonces empecé a tener más sueños que antes. Y los empecé a cumplir. Porque si no los vivo en vida, ¿de qué me sirven los sueños? Vivir feliz es uno de ellos. Escribir, por más chiquito que para algunos suene, es otro entre muchísimos que estoy cumpliendo, y por eso me están leyendo. “Y si hay que saltar, saltemos, y no olvidemos que acá venimos solo de paso, y el camino está lleno de puñales y abrazos”.

martes, 20 de marzo de 2012

Participación en Time Killer, Capítulo XXII

Ayer en Radio Simphony hubo festejos, porque Time Killer celebró sus 50 programas al aire, 50 encuentros que disfrutamos cada lunes entre un equipo que sólo quiere pasarla bien. Con tal motivo escribí el texto que acompaña a continuación, y para quien quiera escuchar el episodio entero tan solo debe hacer click acá...

'Tardó cincuenta minutos en recorrer ese trayecto de 50 kilómetros con ese coche de la década del ‘50. Tenía dos veces cincuenta años, y fueron cincuenta veces cincuenta los hinchas que se acercaron hasta la carrera cincuenta del año, la del cincuenta aniversario de la inauguración del autódromo, todos ubicados desde el alambrado hasta el escalón número cincuenta de esas gradas repletas. Entre los cincuenta pilotos, el terminó en la posición número 50, pero poco le importó llegar a la meta empujado por sus cincuenta nietos y bisnietos, porque lo único que él y todos querían era que cruce debajo de esa bandera de cincuenta cuadros. Cincuenta medios del mundo entero lograron sacarle cincuenta palabras que quedarán en la memoria de todos: “Durante cincuenta años participé en el automovilismo, tuve cincuenta rivales inolvidables, de cincuenta nacionalidades distintas, cincuenta idiomas diferentes. Los cincuenta me hicieron conocer mundos diversos, cincuenta enseñanzas, cincuenta culturas increíbles, para entender que al final la vida es una sola, sin fronteras, y hay que disfrutar siempre los Time Killers”.

lunes, 19 de marzo de 2012

Marzo en Pinamar

Dicen por los rincones que la temporada turística termina luego de Semana Santa, pero entre fines de febrero y esos próximos feriados, la ciudad vuelve a la calidad del pueblo que aprendió ser. Con sus virtudes y sus miserias, con sus playas semivacías, con sus noches tranquilas. Con lugareños que se saludan entre sí, que cuentan chismes o disfrutan compartir unos mates ahí, en las veredas, en las puertas de sus casas. “Pasó el malón”, frase trillada pero cierta. Terminaron esas noches transformadas en amaneceres, se callaron los autoestéreos que aturdían por ahí. Apagaron sus rugidos los infinitos cuatriciclos, se desconectaron las bocinas otra vez. Volvieron las discusiones a los nidos de cotorras, madrugadoras y entrañables compañeras a esta altura de nuestra estadía. Se renuevan los lazos con las nuevas amistades, se reencuentra uno con esa calidad de vida que entre sueños y deseos vino a buscar.

martes, 6 de marzo de 2012

Participación en Time Killer, Capítulo XX

Como todos los lunes a las 18hs, Time Killer salió al aire de FM Simphony 91.3Mhz. Pueden escuchar el programa entero haciendo click aquí, y leer mi aporte siguiendo las líneas que aparecen a continuación:

"La palomita, un recurso del deporte que exige el estiramiento del cuerpo humano por el aire con el fin de lograr un golpe certero en la definición de una jugada. No es frecuente ver palomitas por ahí, en ninguna disciplina, aunque se pueda aplicar en todas. No es común que los deportistas anden volando así porque sí, y no todos saben hacerlo. Pero cuando lo hacen... Cuando lo hacen la imagen queda grabada en la memoria de muchos, suceda donde suceda. Y si no, cómo explicar que esta palomita que recuerdo hoy ocurrió en el primer partido de una fase de grupos, o sea, el torneo recién estaba iniciando y si el equipo perdía tenía cuatro oportunidades más para revertir la situación, pero no hizo falta... Porque apareció la palomita. ¡Y qué palomita! Fue en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Argentina jugaba contra un favorito, Serbia y Montenegro, y en el último segundo del partido Manu Ginóbili voló por los aires anotando un doble espectacular para el 83-82 final. Esa palomita... Esa palomita fue la primera pincelada de una obra de arte, una obra que terminó en forma de medalla, y nada menos que dorada".