sábado, 27 de noviembre de 2010

Siglo XXI

Cumpliendo con las predicciones, en este siglo que inició el año 2000 los autos vuelan. Pero lo hacen bajito, al ras del suelo, con pilotos inexpertos e imprudentes que ponen en juego sus vidas y las de los demás.

viernes, 26 de noviembre de 2010

En estado puro

Él observa todo desde la inocencia que lo invade. Tiene la sencillez de mirar cada auto, moto o bicicleta desde el momento en que aparecen hasta que definitivamente no están más, aunque aún no sabe qué es un auto, qué una moto y qué una bicicleta. Se ríe a carcajadas cuando lo asustan, se tira desde cualquier altura, intenta llegar a lo que no debe tocar, porque aún desconoce la palabra “miedo”, para él todo significa jugar. Come lo que le dan, porque no tiene prejuicios ni gustos por nada en especial. Tiene todo lo que necesita, porque no necesita más que lo que tiene. Es puro, aún en estado ideal, sin contaminar.

Aniversario

No llegué a conocerlo personalmente, pero su persona en sí era de público conocimiento. Recuerdo los domingos cuando despertaba y, junto al desayuno, iba directo a la última página de la revista Viva para leer a Inodoro Pereyra, el renegau. A través de un comentario en la emisora Metro llegué a El Area 18, para muchos el mejor cuento de fútbol que se pueda encontrar en bibliotecas y librerías. Y así sucedieron sus escritos. Con todas y cada una de sus narraciones supo atraparme, por la forma en que estaban logradas, por encontrar las frases exactas para cada instante, por el buen uso de las malas palabras, a las que en sus últimos días supo defender con humor y altura. ¿Me entristeció su partida? No creo, más bien agradezco haber conseguido el acceso a su obra y poder recordarlo con alegría. Hoy, 26 de noviembre, se celebra un nuevo aniversario de su nacimiento, y no quería dejar pasar la oportunidad para mencionarlo. "De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro", Roberto Fontanarrosa.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pobrezas, Eduardo Galeano

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Encuentros fugaces

- Buenas noches, ¿hasta San Isidro cuánto es?
- Un peso setenta y cinco.
- Uuuh, bueno, me bajo, gracias.
- ¿Cuánto tenés?
- Uno con sesenta y cinco.
- Pasá, sacá uno cincuenta, dale.

¡Qué vergüenza! Justo a mí me tenía que pasar, justo a mí que suelo jactarme de conocer Buenos Aires entero gracias a sendos viajes en colectivos, trenes y subtes. Pero claro, esta temporada 2010 me tocó ser cómodo, entonces no había viajado aún en transportes públicos, y sí, lo admito, el desconocimiento sobre sus aranceles vigentes es absoluto.

Esos pocos centavos de diferencia significaban un crédito para el chofer, a través del cual yo debía sentarme en el primer asiento y estar a su disposición si al hombre se le ocurría que quería charlar. Está implícito, todos deberían saberlo.

Tiró el disparador: Está pesado.
- ¿Lloverá? – respondí.
- Debería – dijo.

Tránsito pesado, muy lento, coches que coinciden en su regreso de viernes por la noche en Avenida Maipú.

Tomé la posta: Insoportable, ¿no?
- ¡Sí! – eufórica respuesta, es que del tema sabe y mucho – Cada vez peor, es que los viernes todos sacan el auto para volver rápido, y al final es peor.
- Claro, es que hoy en día, para colmo, familias de cuatro integrantes tienen cuatro coches o más, es impresionante – mi conclusión pareció agradarle.

Pasaban las cuadras, había silencios, pero no eran incómodos. Ambos parecíamos alerta para disparar una nueva frase que nos unifique otra vez más.

Otra vez me adelanté: ¿Terminás temprano al menos?
- Llego a Escobar y listo. Es un lujo, poder terminar a las diez está bueno. ¿Porque sabés qué es lo único que no me banco de este laburo? Los pibes que suben a las noches, con su cartón de vino, y que te quieren pasar. Voy y vengo, trayecto largo, Capital y Provincia, cortes, protestas, todo bien, pero los pibes no, está jodido.
- Vienen bravos, no les importa nada…
- ¿Sabés cuánta gente se sube y me pide “¿me llevás hasta tal lado, que se me perdió el monedero?”; y uno lo hace, le ve la cara de buena gente y lo hace, como con vos ahora. Yo sé que vos no me estás pasando, te faltan dos moneditas, es una boludez. Pero esos pibes, suben con un vino y te dicen que no tienen plata. ¿Entonces en qué quedamos? Si no tenés plata tampoco te podés comprar el alcohol, ¿no te parece?

Otra vez silencio, de esos que tienen sabor a indignación. Y pasaban más cuadras. Después fue más un monólogo con respuestas monosilábicas de mi parte. Me contó de su hijo Matías, de 19 años, que estudia en una terciaria tecnológica de Pacheco, que ya está teniendo sus primeras entrevistas laborales y que se encuentra desesperado porque una empresa quedó en contestarle luego del fin de semana largo si era aceptado para un puesto o no. Me dijo también que él sólo quería que su hijo estudiara, y que termine esos años de estudios y no repita lo que él hizo en su juventud, cuando quiso seguir los pasos de su padre como ingeniero pero abandonó a mitad de camino. Me habló como el padre orgulloso que todos tenemos dentro, sobre un pibe que “no fuma, no chupa, no hace ninguna”. Hasta que llegué a destino.

- Bueno, me bajo en la próxima, muchas gracias.
- Que andes bien, muchachito.

La calle Belgrano en San Isidro era mi destino. Hasta ahí llegaba el crédito que el chofer había adquirido, por veinte centavos, un viernes por la noche, en la que al menos por un ratito creo haber aliviado el trayecto de aquél 60 amarillo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Sobre desmerecimientos sin fundamentos

Grata sorpresa me llevé tiempo atrás, cuando navegando por alguna red social un amigo posteó el video musical de War/No more trouble. Ambos temas pertenecen a Bob Marley, pero en esta ocasión la iniciativa la tomó un grupo solidario con fines... solidarios. ¿Qué hicieron? Versionaron cierta cantidad de canciones con artistas de todo el mundo, plasmando imágenes diversas en cada video para que el concepto "música=lenguaje universal" sea reforzado una vez más.

Playing for change argumenta ser "una fundación dedicada a crear cambios positivos a través de la educación musical hacia todos los músicos y sus comunidades" (www.playingforchange.org), y además de ser una novedosa propuesta resulta un placer para la vista y los oídos. Cantantes, guitarristas, coristas del mundo entero desfilan con sus paisajes de fondo haciendo de todos una sola voz. Pero... siempre hay "peros".

El "pero" en esta oportunidad no se remite a la organización, sino a la gente que siempre encuentra motivos para desmerecer las cosas. Tan solo es necesario ingresar en el portal de Youtube, buscar el tema mencionado al inicio (click aquí) y leer la opinión de los usuarios. El tema fue visto en 4.542.659 ocasiones hasta la fecha, tiene 5.289 comentarios y gran parte de ellos se basan en una discusión inoportuna sobre la participación de Bono en la canción. El líder de U2 se caracteriza por sus constantes intentos de solidaridades varias, pero muchos descreen de su obra y dicen estar cansados de sus actos, tildándolos de hipócritas.

La conclusión entonces es que sólo aquéllos que hacen son merecedores de críticas, mientras que infinidad de personas que no hacen duermen tranquilos porque nadie habla de ellas. Resulta injusto, ya que después de todo, sea cual fuere la causa que motiva a Bono a realizar sus donaciones, siempre hay algún rincón noqueado en el mundo que vuelve a soñar al menos por un round más.

martes, 16 de noviembre de 2010

"Loco por soñar", Los Niños de los Ojos Rojos

Loco por soñar de nuevo,
sin que venga alguien a quitarme lo bueno, ¡no!
Loco estoy, por soñar de nuevo,
sin que venga alguien a decirme lo que tengo que hacer.
Loco por soñar de nuevo.
(...)
Tener o no tener "guebos"
no depende de sufrir en la calle,
ganarte el respeto,
piensa que hay gente en la miseria
y a ti enseguida te llega la histeria ¡uf!
Veo mucha violencia, mucha conveniencia,
sin la esencia de la vida estoy jodido,
pero espero no acabar en un asilo
o escribiendo con un pilot.
Sé creativo, sé positivo,
mirad donde andais metidos,
metidos en el tiesto,
ya os enterareis cuando reviente esto.
¡Pero qué vamos a hacer! La vida sigue,
si quieres vente pibe y flipalo,
estais invitados a nuestro aljibe,
porque habeis "dao" con la peña
que lo vive y que lo siente,
y que no ahoga sus penas en aguardiente,
y aquí está un servidor
que al alzar la voz no miente,
ni se resiente.
Porque estoy loco por soñar,
loco por vivir, loco por sentir,
loco por cantar de nuevo,
loco por salir de este agujero,
loco por tenerte aquí a mi "lao" de nuevo,
loco, loco ...
Loco, por soñar de nuevo,
sin que venga alguien a tocarme los "guebos", no...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Sucesos suceden todo el tiempo

Pasa otra semana, entro al blog y me doy cuenta que no lo actualizo con frecuencia. Repaso los últimos acontecimientos alrededor mío. Entonces doy cuenta que en realidad nada me despertó tanto la atención como para dedicar minutos a una nueva entrada. Pero quiero hacerlo. Y pienso. ¿No pasó nada? Y otra vez repaso... Estuvo trabajando la mente al ciento por ciento en el nuevo horizonte que llega en 2011. Entonces cambia el look de este sitio, ¿qué mejor que una playa de fondo? Tranquilidad, serenidad, aires nuevos, aunque en mi interior hoy también signifique incertidumbre. ¿Qué más sucede? Internet permite el contacto con algunas amistades, genera curiosidad con crónicas de recitales como los de Paul McCartney y sus comentarios respectivos en redes sociales. No me importa no haber asistido, el mar sigue ocupando la mayor parte de mis pensamientos. Llega un mail a mi casilla que pone en duda la muerte del ex Presidente Néstor Kirchner. ¿Está muerto? Y si lo está, ¿fue por causa natural o suicidio? No sé por qué lo leo, no me interesa, no es una duda de trascendencia en mí particularmente. Un amigo me pide que escriba una reseña/presentación de su banda de rock. Escribir me inspira. Es corto, les gusta, lo publican. Madrugada de domingo, acompaño a mi hermana, cuñado y sobrinos al aeroparque, merecidas vacaciones en Brasil los esperan. En el camino, para que no me duerma manejando, él habla sobre la Asignación Universal por Hijo, y me doy cuenta (una vez más) que la gente no se interesa por saber toda la verdad y opina sin conocimiento de causa, después de todo no está tan mal como parece la metodología impuesta por el Gobierno. Duermo poco, voy al bautismo del hijo de un hermano que la vida me brindó, pasamos un gran domingo, brindamos, reímos, y luego sí descansamos. Pasó otra semana, ¿no pasó nada? Sin darnos cuenta, ahora el niño no reptea, ya gatea. Celebré un cumpleaños, disfruté la intimidad de mi familia, compartí una noche a solas con la luz de mis ojos como pocas veces sucede, y entendí que pasó mucho más de lo que en un principio creí que no había sucedido. Y una vez más la necesidad de escribir queda ahora satisfecha.