miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Tradición errónea?

El calendario indicaba ayer que se conmemoraba el Día de los Santos Inocentes. Con el correr del tiempo, la palabra “Santos” fue excluida en el título, y hoy son muchos los que cada 28 de diciembre gestan bromas de índoles diversas para destinatarios varios. Bueno sería recordar el origen de esta fecha que nada divertido tuvo en ella. Fue en Belén donde el Rey Herodes dio la orden de matar a todos los niños menores a 2 años, con el propósito de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.

Sueños fugaces

Abro los ojos, hace calor. ¿Qué hora es? Estiro mi mano, el reloj no está a mi alcance. Oscuridad con luz de noche cristalina, recuerdo que tuve un sueño. Busco papel, birome, quiero escribirlo, nada está a mi alcance. El silencio es absoluto, los otros duermen y acompañan así una linda soledad. Las imágenes soñadas vienen y van, triunfan las que se van. Suave brisa nocturna sobre mi rostro asomado en la altura de la ventana. Sigo sin encontrar forma de volcar palabras en algún sitio, se esfuman los escasos recuerdos que quedan. ¿Soñé? Ya no lo sé.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Estrella

Los antiguos egipcios rindieron culto a Ra, lo mismo que en Grecia hicieron con Helios. Muchas culturas veneraron a quien por estas latitudes bautizaron Inti, el Dios Sol poderoso que recibió cantidad de nombres pero siempre fue uno solo. Con el tiempo nos acostumbramos a su presencia y comenzamos a ignorarlo. Como toda estrella que conoció la fama, él no estaba dispuesto a ser dejado a un lado, y ahora agobia con sus rayos, desafía a ser enfrentado durante varias horas en el medio del día, mientras nosotros nos guardamos o escudamos en cremas para no ser lastimados.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Una esquina cualquiera

El perro que aparenta perdido. Una mujer con yeso en su brazo. Un muchacho distraído en el interior de un teléfono celular. Grupo de chicas adolescentes riéndose entre sí. Pareja que se besa en el espejo retrovisor. Casco que protege el codo de un motociclista. Hombre que baja la persiana de un negocio. Mujer que llama a aquél perro a los gritos. La mano de un niño que recién da sus primeros pasos agarrado a sus papás. Una bicicleta que ignora la ley. Una corbata que se afloja para oxigenar el cuello. Amantes que se abrazan y enredan parados allí. Semáforo que cambia a luz verde. Escena que finaliza así.

sábado, 18 de diciembre de 2010

"Diarios de motocicleta", el valor de la verdad

La escena transcurre en un muelle de Pucallpá, Perú, el 25 de mayo de 1952. Ernesto Guevara (Gael García Bernal) y Alberto Granado (Rodrigo de la Serna) están a punto de embarcarse y se despiden de un tercer protagonista, el Doctor Hugo Pesce (Gustavo Bueno) que les dio casa y comida durante un par de días. Anteriormente, durante el transcurso de una cena, el doctor les había pedido a los viajantes un favor, que lean y le brinden su opinión sobre una novela que había escrito y que aun no se atrevía a mostrar a nadie.

Pesce - ¿No creen que se han olvidado de algo? No me han comentado nada sobre mi novela.
Granado – La novela…
Pesce – ¿La leyeron?
Granado – Por supuesto, ¡qué decirle! Yo diría, mire, que nadie, sin exagerar, puede contar una historia como usted.
Pesce – El trabajo que me ha costado… ¿Y tú Ernesto qué opinas?
Granado – Le ha fascinado.
Pesce – Si le ha fascinado preferiría que me lo dijera él mismo.
Guevara – Eh… Mire doctor, yo siento que su libro es un poco trillado, creo que existen demasiados lugares comunes…
Pesce – Bueno, es que… Eso no es tan malo, ¿no?
Guevara – No, no… Está mal escrito básicamente, cosa que lo hace bastante difícil de leer. Es un buen intento doctor, pero creo que usted debería dedicarse a lo que sabe hacer.
(Silencio)
Guevara – Lo siento maestro, usted me pidió mi opinión y yo se la doy.
Pesce – Caramba, hijo, nadie había sido así de franco conmigo. Tu has sido el único -mira con desprecio a Granado-, el único…

La escena culmina con la alegría en el rostro del doctor, que despide a los muchachos que continuarían ahora sí su viaje...

Buen viaje

¡Iluso de mí! Sumé al equipaje biromes y papeles en blanco, tres libros (uno por terminar, otro por la mitad, el último a estrenar) y la notebook para culminar un trabajo pendiente, pero él no estaba dispuesto a permitirme distracción alguna. Y claro, tres días completos cara a cara a 400 kilómetros de distancia no podían ser de otra manera. Dedicación full time, como corresponde, a hacerse cargo, disfrutar y compartir, y a comprender cuál es esa profesión de “madre” que tanta dedicación necesita. Ruta, playa, siestas, sol, noches y madrugadas, muchísimo para tan poco tiempo. Había manos bondadosas de tías y abuelas, y extrañamos a la madre compañera de días y viajes, ¿quién puede dudarlo? Pero fue la primera gran experiencia que hicimos solos, y estuvo genial.

¿Felices fiestas?

Diciembre, último mes del año. Gente por las calles, gente en los centros comerciales, y más gente por todos lados. Embotellamientos, colas en las filas de las cajas para pagar, otras colas en las filas de mostradores que envuelven regalos. Más gente por las calles, veredas intransitables. Es diciembre, hay que hacer todo en diciembre. No sólo las fiestas navideñas, se acercan las vacaciones, hay que planificar y comprar cosas para las vacaciones. Más gente. Hay mal humor en las calles. Bocinazos, impaciencia, estrés, malas palabras, todo se eleva a la máxima potencia. ¿Será que hay que agotar las últimas cargas de nuestras baterías que llevan por leyenda “Fecha de vencimiento: Diciembre 2010”?

martes, 14 de diciembre de 2010

Confundido...

Insistiendo con la temática vehicular, a aquellos vecinos de la ciudad que se les ocurre estacionar su automóvil en la esquina y en contramano, es decir en dirección contraria al sentido de la calle, ¿no les preocupa que algún conductor se vea confundido por esa acción y tenga un encontronazo desagradable con otro similar en dicha bocacalle?

jueves, 9 de diciembre de 2010

"Grita", Jarabe de Palo

Hace días que te observo
y he contado con los dedos
cuantas veces te has reído,
una mano me ha valido.
Hace días que me fijo,
no sé que guardas ahí dentro,
a juzgar por lo que veo
nada bueno, nada bueno.
¿De qué tienes miedo?
A reir y a llorar luego,
a romper el hielo
que recubre tu silencio.
Suéltate ya y cuéntame
que aquí estamos para eso,
pa' lo bueno y pa' lo malo,
llora ahora y ríe luego.
Si salgo corriendo,
tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, ¡grita!
Te tiendo la mano
tu agarras todo el brazo,
y si quieres más pues, ¡grita!
Hace tiempo alguien me dijo
cual era el mejor remedio
cuando sin motivo alguno
se te iba el mundo al suelo.
Y si quieres yo te explico
en que consiste el misterio,
que no hay cielo, mar ni tierra,
que la vida es un sueño.
Si salgo corriendo,
tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, ¡grita!
Te tiendo la mano
tu agarras todo el brazo,
y si quieres más pues, ¡grita!

Recomendable el último disco de la banda española junto a Orquesta Reciclando.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Acción, reacción

Me mordió. De no creer, ¿no? Así sin más, como quien no quiere la cosa, me mordió. Y lo hizo en el lugar correcto, con esos alfileres que dicen ser dientes, para lograr causar dolor y que brotara sangre. Poca, es cierto, pero suficiente para graficar la situación. Yo sólo quería ayudarlo, sacarle el papel que con dificultad y expresiones de asco tenía dentro de su boca, aunque evidentemente él pretendía seguir jugando, algún placer encontraba en eso. Pero cuando me mordió… Instantáneamente reaccioné maldiciendo algo, o a alguien, vaya uno a saber, lo dejé sobre la cama y me levanté bruscamente para cambiarme. Su llanto no se hizo esperar. ¿Por qué lo habían abandonado así? ¿Qué hizo para merecerlo? Fue cuestión de segundos, entonces mi alma regresó al cuerpo. Es que él nunca comprendió qué era lo que hacía, si hasta creyó que mi dedo en su boca era parte de aquello a lo que estaba jugando. Lo alcé, me miró, sonrió, me robó otra sonrisa, nos amigamos y ahí sí arrancamos otro día de los infinitos que nos están esperando.

Del libro "Estadio Obras, el Templo del rock"

“El camino es el presente, es cada vez, es la posibilidad de comprender la metamorfosis permanente de las situaciones, de los hechos y de las realidades, montados en lo sutil de la comunicación. Es que creo que la gente está sorda. No sólo por siete años de dureza y castigo que han sufrido, sino que la gente es sorda por naturaleza. La gente no está dotada para la percepción; la mayoría de los seres humanos no lo está. Enseguida nos encasillamos, nos metemos en un agujerito y ahí pasamos la vida. Hay ciertas cabezas humanas que se dedican a la investigación, y luego los demás son corderos. Van detrás, y detrás de cualquier cosa. Como todos los humanos tenemos pasiones tan fuertes, ir a un partido de fútbol o a la guerra da lo mismo, para la bajeza y la lacra humanas que nos rodean permanentemente. Lo que yo intento es que me escuchen y ampliar el campo de la comunicación”.

Palabras del cantante Miguel Abuelo en entrevista con Gloria Guerrero para la revista Humor publicada en mayo de 1983.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El cuento de la buena pipa

Y me encuentro por tercer diciembre consecutivo corrigiendo escritos de hombres y mujeres que en semanas tendrán su título terciario de Licenciados en Periodismo, y otra vez me indigno y entristezco leyendo errores y horrores ortográficos y gramaticales que una mejor base escolar educativa podría haber evitado.