- La perdió.
- ¿Cómo que la perdió? ¿Dónde?
- Sí, como escuchás, no sabe dónde. ¿Por qué todos lo primero que preguntan es ‘dónde’? Si supiese sería menos dramático…
- ¿Y él como está?
- Como loco, te podrás imaginar. Sin eso no es nada, se le acaba este laburo y encima no consigue otro, acordate.
- Bueno, pero de alguna manera lo va a solucionar. ¿Al menos sabe cuándo fue?
- No, pueden haber sido tantos momentos… Viste cómo es él, de acá para allá todo el día, no para nunca, siempre rodeado de mucha gente.
- No te puedo creer, ¿y vos qué pensás? ¿Van a poder seguir adelante?
- Lo dudo, y después de esto me pregunto cuánto tiempo voy a aguantarlo, porque hay que estar en mi lugar también. Llega y da vuelta toda la casa como si la fuese a encontrar, pero ya fue, es imposible…
- Y… ¿No conocés a nadie, digo, alguien que pueda ayudarlo, conseguir una nueva?
- No querida, no hay chances, una vez perdida, la dignidad no se consigue, ni se compra…
muy bueno!!! Una vez perdida...
ResponderEliminar=) Gracias Pau!
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