sábado, 14 de enero de 2012

Reunión

Despertó sin reconocer el lugar en que se encontraba. ¿Qué hora sería? ¿Habría dormido solo una noche o todo un completo día? Se incorporó y sintió un mareo importante que la obligó a recostarse de nuevo. Rayos tenues de una luz que ingresaban por una persiana mal cerrada le permitían saber que no sabía dónde estaba. Permaneció inmóvil unos segundos intentando hacer memoria, lo último que recordaba era una reunión en lo de una amiga con muchos tragos de diferentes combinaciones etílicas. ¿Y después? ¿Cómo llegó a abrir los ojos sobre una cama desconocida? El dolor en su cabeza le impedía pensar claramente, pero las dudas empezaron a repiquetear cada vez más fuerte. Estaba desnuda. Y no sabía más nada. Con el correr de los minutos logró sentarse, vislumbrar el amplio monoambiente, descubrir que estaba sola y sin una nota que le brindara alguna respuesta. Levantó las prendas del suelo y se vistió lentamente. Entre sus pertenencias estaba su teléfono celular sin batería. Lloró. ¿Qué había hecho? ¿Con quién habría estado? ¿Qué límites fueron traspasados? ¿Y si estaba embarazada? ¿Y si sus padres la estaban buscando? Cuando salió a la calle se quedó dura, como sin aire. Estaba frente a su casa. Aprovechó que todos dormían la siesta para subir a su habitación y despejar la resaca. Antes de recostarse se asomó para ver a las chicas que vivían juntas en el edificio de enfrente, que de la mano y sonrientes regresaban mirando fijamente hacia su ventana...

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