sábado, 18 de diciembre de 2010

Buen viaje

¡Iluso de mí! Sumé al equipaje biromes y papeles en blanco, tres libros (uno por terminar, otro por la mitad, el último a estrenar) y la notebook para culminar un trabajo pendiente, pero él no estaba dispuesto a permitirme distracción alguna. Y claro, tres días completos cara a cara a 400 kilómetros de distancia no podían ser de otra manera. Dedicación full time, como corresponde, a hacerse cargo, disfrutar y compartir, y a comprender cuál es esa profesión de “madre” que tanta dedicación necesita. Ruta, playa, siestas, sol, noches y madrugadas, muchísimo para tan poco tiempo. Había manos bondadosas de tías y abuelas, y extrañamos a la madre compañera de días y viajes, ¿quién puede dudarlo? Pero fue la primera gran experiencia que hicimos solos, y estuvo genial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario