sábado, 31 de marzo de 2012

Sólo cuesta vida

¿Y vos lo sabés? ¿Y vos? A ustedes también les pregunto... No, nadie lo sabe. Por eso trato de estar siempre lo más arriba posible. Algunos dicen que es exceso de optimismo, puede ser, pero no voy a permitirme pasar por acá para estar deprimido. Sí, de vez en cuando me entrego, un tropezón, una caída. ¿Pero te pusiste a pensar cuánto dura? Dure lo que dure, siempre es poco y pasa rápido. Entonces disfruto. Disfruto a los que están, no quiero seguir conociendo realmente a las personas una vez que se fueron. Porque pasa eso. “Si quieres conocer tus virtudes, muérete”, grita un grupo de rock mexicano. Y no debería ser así. En los últimos años se fueron varios antes de tiempo, se hace imposible descifrar cuál es la primera mitad de la vida, incluso yo estuve a punto de partir. Pero no me fui. Y lo que no te mata te fortalece, dijeron por ahí. Entonces empecé a tener más sueños que antes. Y los empecé a cumplir. Porque si no los vivo en vida, ¿de qué me sirven los sueños? Vivir feliz es uno de ellos. Escribir, por más chiquito que para algunos suene, es otro entre muchísimos que estoy cumpliendo, y por eso me están leyendo. “Y si hay que saltar, saltemos, y no olvidemos que acá venimos solo de paso, y el camino está lleno de puñales y abrazos”.

4 comentarios:

  1. Solo se trata de viviiiiir, esa es la historia...que lindo! Me gusta leerte entre tanto bajón.

    ResponderEliminar
  2. =) Gracias Pau! Mi granito de arena en esto de las inyecciones anímicas...

    ResponderEliminar
  3. Brindo por eso!! Sé de partidas prematuras, pero sobre todo sé de permanencias que valen la pena. Abrazo Sebas!

    ResponderEliminar
  4. Ana, tenía abandonado el sitio y recién veo tu comentario, linda conclusión la suya... Saludos!

    ResponderEliminar